La Rioja

Desde los “seismiles” andinos -picos que rondan tal soberbia altura- hasta los llanos y las salinas del sureste, la Provincia de La Rioja es un verdadero crisol paisajístico. Fincas de nogales, olivos, almendros y membrillos se salpican entre pueblerinas localidades repletas de historia: capillas coloniales de adobe, ruinas indígenas y museos arqueológicos se suceden entre cuestas y caminos de cornisas, entre vicuñas y cóndores. El Parque Nacional Talampaya, declarado Patrimonio Natural de la Humanidad, junto al Parque Provincial Ischigualasto -en la vecina Provincia de San Juan-, promete cautivar con toda la espectacularidad de una geografía labrada por las erosiones sucedidas a lo largo de millones de años. Vestigios y huellas de un ayer del que la capital riojana también se ufana, a través de su rico patrimonio histórico y cultural.

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Excursiones a La Rioja

Conociendo La Rioja

Vamos a descubrir los principales encantos de la ciudad riojana, también llegamos hasta el Dique Los Sauces. Esta ciudad capital con alma de pueblo, presenta su Plaza 25 de Mayo, que es el centro de la urbe, la Casa de Gobierno de estilo greco-romano que ha sido adaptada ya que tiene un zaguán de entrada y patios con galerías.

Enfrente de la plaza está el Club Social, donde se realizan exposiciones y la Basílica de San Nicolás de Bari con estilo bizantino. También es interesante la Casa del ex gobernador Joaquín Víctor González con estilo colonial e imagen a castillo del medioevo, hecha a mediados del siglo XIX. Por otra parte, encontramos el Templo de Santo Domingo, que data de 1623 edificado en piedra por los indígenas, donde sobresale su puerta de madera de algarrobo tallado y el finalmente se puede ver el Museo de Arte Sacro.



Chilecito, Cuesta del Miranda, Nonogasta

Nos despedimos de Villa Unión para ir hasta La Rioja pasando por Cuesta de Miranda, que se encuentra atrapada por las Sierras de Famatina y las Sierras de Sañogasta. La cuesta es uno de los pocos caminos en buen estado y que une el Valle de Chilecito con Cuyo. Es la ruta obligada para unir Villa Unión con Chilecito.

La Cuesta de Miranda presenta un paisaje manchado de diferentes tonos rojizos, es una senda que dibuja su silueta entre la sierra y el cañón del río homónimo, finalizando en un recorrido de cornisa con atrapantes curvas y barrancos. Antes ingresamos a Chilecito, que es la segunda ciudad riojana en importancia, encontrándose en el Valle Antinaco - Los Colorados y escondido entre las Sierras de Velasco y Famatina. Es una zona dedicada a la industria vitivinícola y a la plantación de nogales y frutales. Por la tarde llegamos a la ciudad capital.



Pueblos de La Rioja (La Costa Riojana): Sanagasta, Huaco, Chuquis, Anillaco...

Vamos a recorrer la costa riojana, de trata de las principales poblaciones de La Rioja. El mayor encanto lo brinda el cordón montañoso de la sierra del Velazco, que nos acompañara durante todo nuestro recorrido, encontrando lugares llenos de vida, colores, una paz que detiene el tiempo, el microclima que nos pone en contacto con la naturaleza. Las Peñas es el primer pueblo con sus casas de adobe sobre peñones de granito y la iglesia de San Rafael. Luego viene Agua Blanca, famosa por sus dulces caseros Sigue el pueblo de Pinchas, lleno de frutales, hortalizas y nogales. En sus tiendas artesanales, se pueden conseguir mantas de llama o vicuña.

Chuquis es conocida por que se encuentra el solar de Pedro de Castro Barros, actualmente es un museo regional. Continúa el pueblo de Aminga, con casonas, quintas y bodegas hechas con muros elevados de pircas. En su plaza principal está el Mercado Artesanal y la iglesia de La Merced. Una vez más sobre la ruta, alcanzamos a reflexionar sobre la alegría y la tranquilidad que se perciben en el aire de cada una de estas localidades. Llegamos a Anillaco, el más moderno de los pueblos de la costa riojana con calles de asfalto y grandes propiedades de viñedos ideales para degustar vinos de alta calidad o vinos pateros.

Avanzamos hasta Los Molinos con sus fincas de nogales, olivos, almendros y membrillos. Sigue Anjullón, con la iglesia más bella de la costa riojana, que data de 1896, de estilo italiano. Más tarde está la localidad de San Pedro y finalmente Santa Vera Cruz, que está sobre la montaña. Sobresale en el viaje el Castillo de Dionisio Aizcorbe.



Parque Nacional Talampaya, La Rioja

Nos levantamos temprano para dejar la provincia de San Juan y nos trasladamos hasta la provincia de La Rioja, hacia Villa Unión con el objetivo de ir a visitar el Parque Nacional Talampaya. Villa Unión cuenta con 6.000 habitantes y se encuentra sobre un valle entre la pre-cordillera y el formidable cordón montañoso de Famatina, distante a 60 kilómetros del parque.

Talampaya es una reserva natural que contiene yacimientos de valor arqueológico-paleontológico, debido a la gran cantidad de fósiles encontrados, como es el caso del Lagosuchus Talampayensis, dinosaurio de la era mesozoica. En resumen este parque es producto de los intensos movimientos tectónicos y de la erosión eólica producida durante millones de años. Abarca 215.000 hectáreas, es famoso por sus increíbles farallones de roca bermeja y las diferentes figuras esculturales ocasionadas por la erosión del viento, sitio donde anidan cóndores. Sus rocas datan del período Triásico en la Era Mesozoica, se registran las huellas de los primeros dinosaurios. Luego nos dirigimos a Villa Unión para hacer noche o se puede regresar a San Juan. Si desea ver otras opciones de excursiones en La Rioja, haga click acá: Tours en La Rioja.

Nota: El arte rupestre del Talampaya Constituye una de las manifestaciones indígenas de mayor valor en nuestro país. Los grabados existentes en las rocas ubicadas al pie de las barrancas pasan el centenar, representando figuras humanas estilizadas, huellas de ñandú, felinos y diversos signos y figuras geométricas aun no interpretados. El núcleo más importante corresponde al llamado "Los Pizarrones" se ubica sobre el cause de un arroyo temporario afluente del Río Talampaya, en un sector liso y plano de rocas de unos quince metros de largo cubierto de grabados esculpidos (petroglifos) varios siglos antes de la conquista. También se hallaron en la zona restos de viviendas y de muros de piedras, fragmentos de barro cocido, material lítico proveniente de la confección de elementos de roca. Es de suponer que en aquellas épocas, unos mil años atrás, el clima sería un tanto más húmedo.
La mayor abundancia de aguas permanentes, vegetación y fauna, habría facilitado la instalación de grupos humanos estables y la ocasión para el desarrollo de sus manifestaciones artísticas, rupestres y artesanales. Otro atributo natural de gran importancia en el área de Talampaya lo constituye su valor paleontológico. Todo el valle comprendido entre las sierras de Sañogasta y Morada resulta del mismo origen triásico que la vecina región de Ischigualasto o Valle de la Luna en la provincia de San Juan. Estas dos áreas naturales Están separadas por la Sierra Morada. Antes del levantamiento de la cordillera de los Andes, hace unos 160 millones de años, estos terrenos eran bajos, pantanosos y húmedos, con lujuriosa vegetación tropical, con helechos y grandes árboles cubiertos de lianas, poblada de una variada fauna de reptiles acuáticos y terrestres, herbívoros y carnívoros, todos de tamaño considerable. Las rocas sedimentarias de la región albergan en su seno fósiles correspondientes a aquella flora y fauna prehistórica.